jueves, 31 de enero de 2013

Y yo me pregunto

 ¿Por qué el lamentable espectáculo de una multitud pegándose por tocar la imagen de la Blanca Paloma (por ejemplo en este último Rocío) se le llama fervor religioso? ¿Dónde está la Iglesia para condenar el becerro de oro como en su día dice la Biblia que hizo Moisés? ¿Es que aporrear a otro ser humano por tocar una imagen tiene algo que ver con la religión? ¿No es acaso herético creer en el poder de una estatua? ¿Por qué entonces la iglesia se mete en asuntos de la sociedad civil y no arreglan esta clara desviación del dogma cristiano?

miércoles, 30 de enero de 2013

Complicidad de la iglesia católica con los Legionarios de Cristo

Como se comentaba en el artículo de ayer respecto a los abusos sexuales de sacerdotes, la complicidad existe y les basta con rectificar a posteriori:

para el que no conoce el tema:
y como siempre piden perdón cuando el daño ya está hecho

martes, 29 de enero de 2013

Fanatismo y complicidad

(este es un artículo escrito y publicado por www.droblo.es ) 


No sé si recordáis la película “Acusados” de 1988, protagonizada por Jodie Foster. Ella es violada en un bar y su abogada pierde el juicio contra los violadores, y entonces decide acusar a los que vieron lo que pasaba pero no hicieron nada. Seguro que muchos espectadores estaban deseando que aquellos que, sabiendo lo que estaba pasando y no lo evitaron, fueran castigados. ¿Alguno era católico? Porque se sabe, y no es de ahora sino de hace décadas, que obispos conocían que sacerdotes abusaban de niños y ninguno de ellos fue a la policía a denunciarlo y en muchos casos no ejecutaron mecanismos para que no lo volvieran a hacer. Y siguen en sus puestos, básicamente porque nadie dentro de la iglesia –desde el papa a los feligreses- ha exigido responsabilidades por ello, ¿No es muy duro sentir indignación por una víctima ficticia de una película pero no por las víctimas reales?

Me acabo de leer un curioso libro –“Los herejes”- que se compone de dos relatos escritos por el también pintor Humprey Slater, un autor cuya trayectoria vital y política guarda muchas semejanzas con George Orwell: ambos estuvieron en la Guerra Civil española como brigadistas y ambos acabaron desencantados con el comunismo. Hacia el final del libro hay un personaje que resume muy bien lo que yo llamo fanatismo: como millones de comunistas europeos durante años fue antifascista y por supuesto antinazi, criticó a Hitler, apoyó las purgas de Stalin que acusaban a miembros del partido de connivencia con el enemigo y de repente, cuando se hace público el pacto de amistad nazi-soviético en 1939 por el que acordaron entre otras cosas repartirse Polonia pocos meses después, de repente ya Hitler no es tan malo, y la alianza de Stalin con él era “en pos de la paz”. Es decir, está con Stalin haga una cosa o la contraria. Como les pasa a los “hooligans” del fútbol o de la política actual, la misma falta o el mismo caso de corrupción es justificable depende de quién lo haga.

La iglesia como institución, y como tal debe criticarse, ha estado décadas ocultando la pedofilía y pederastia de muchos de sus miembros, trasladando sacerdotes acusados de unas diócesis a otras e incluso dando cobijo en el Vaticano a imputados. ¿Que ahora quieren cambiar, que ahora el Papa admite "pecados" dentro de la iglesia? Perfecto, nunca es tarde si la dicha es buena, pero eso demuestra que han estado décadas haciendo las cosas de un modo incorrecto. Y lo peor es que el católico de a pie lo acepta todo sin exigir responsabilidades. Lo acepta todo mientras proceda de la iglesia: no le preocupa que durante años se haya comportado como institución no sólo de forma moralmente reprobable, incluso ilegal, amparando a delincuentes peligrosos socialmente, y ahora va ¡Y acepta lo contrario!

Lo duro es que lo que ha llevado a la iglesia a ese supuesto cambio no fue algo que surgió ni de sus corazones ni de las voces de los millones de católicos gritando: “¡No quiero ser cómplice!” Estoy enfadado, indignado con los católicos, ¿Cuántos niños han recibido abusos porque los fieles no realizaron una campaña desde dentro para dignificar la institución hace décadas? Igual que pasó con Lutero y el protestantismo, tuvo que venir un rupturista para que la iglesia se reformara por dentro y comprendiera que no podían comprarse y venderse bulas por ejemplo. Pero, repito, tuvo que venir alguien de fuera. 

En el fondo da igual que los pederastas sean 1 o 1 millón, el problema es que una institución que se dice inspirada por Dios y dice estar al servicio del ser humano para no ensuciar su imagen ha amparado el delito y la corrupción. Y por desgracia, no son los católicos los que han exigido responsabilidades, eso es lo más triste, han demostrado ser tan fanáticos como los que apoyaban a Stalin cuando hacía algo y meses después lo contrario, como cuando un católico castiga el divorcio pero apoya la anulación matrimonial si lo decide el tribunal de Rota. Sólo que además en este caso es complicidad con un delito. Delito por el que nadie está en la cárcel, ¿Por qué? ¿Es que el código penal no deben cumplirlo los eclesiásticos?

Otra semejanza con Orwell y su obra más famosa, 1984, es que la iglesia justifica actitudes asumiendo que han existido siempre, manipulando la historia –como Stalin- y como la gente no estudia, asume que el celibato de los sacerdotes ha existido siempre (falso), que el dogma de la virginidad de María también (falso) o que el espíritu santo interviene en la elección del papa (si no es falso, es que el día que eligió al papa Borgia por ejemplo estaba ausente). Desde que la iglesia católica se convirtió en la oficial del Imperio Romano ha demostrado que su principal objetivo es su supervivencia y el mantenimiento del máximo poder, de la máxima influencia posible, peleándose por ello con científicos, políticos y contra la propia evolución de la sociedad, quedándose por ello en los últimos siglos continuamente detrás de los avances sociales. Por eso aún hoy es machista y homófoba y por eso ha valorado más su imagen y su prestigio que la justicia y la dignidad de las víctimas en el caso de los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes y la labor de encubrimiento y complicidad de la jerarquía.


   Dejando la Historia, católicos: si exigís cárcel para un abusador de niños que no sea sacerdote, si viendo una película sentís que los cómplices de un delito sexual deben ser castigados, si los propios culpables ahora reconocen que se han equivocado durante décadas, ¿Por qué aceptáis los errores y pecados de vuestra iglesia -¡que es tan soberbia de autodenominarse SANTA!- sin protestar? ¿Acaso os da igual? Porque es lo que parece.

viernes, 25 de enero de 2013

Anécdota


En el excepcional libro de divulgación científica “Historia del Tiempo” de Stephen W. Hawking el autor comenta que en 1981 el Papa le comentó a él y a otros científicos que le parecía muy bien que investigaran la evolución del mundo tras el Big Bang pero que no se molestara en estudiar el propio Big Bang porque la Creación era cosa de Dios. 
Y esta anécdota ocurrió muy poco tiempo después de que ese mismo papa pidiera perdón por la condena que se hizo siglos atrás a Galileo.

viernes, 18 de enero de 2013

Y yo me pregunto

Lo de rezar a un santo (un hombre al que canonizó otro hombre) para que interceda ante Dios como hacen los católicos en lugar de rezar directamente a Dios, ¿Cómo funciona? Cuando alguien reza por ejemplo a San Antón para que sane su loro enfermo, ¿Espera que Antón, en un ejercicio de enchufismo, le diga a Dios “venga, colega, cura al loro de esa persona que me ha rezado mucho” o se supone que es de otra forma?

viernes, 11 de enero de 2013

Y digo yo

Independientemente de que sea correcta o no su postura, ¿De donde sacará la Iglesia católica que Dios prefiere la familia tradicional, en qué parte de la Biblia se comenta algo de esto, quizás en el ejemplo de Jesús que –según textos "inspirados por Dios"- fue concebido en el vientre de una mujer soltera, nunca hablaba del padre que le crió, animaba a sus discípulos a seguirlo dejando de lado todos los compromisos familiares que tuvieran y ni se casó ni tuvo hijos?

jueves, 10 de enero de 2013

La ciencia siempre vence a la creencia


Jorge Alcalde:

El caso de la tribu havasupai es significativo. Estos indios americanos que habitan en las proximidades del Gran Cañón del Colorado han mostrado una increíble predisposición natural a sufrir diabetes del tipo 2. Tanto, que fueron seleccionados para rastrear su herencia genética en busca de las claves de esta complicada enfermedad. Durante años participaron en investigaciones médicas ofreciendo su sangre y sus genes. Pero los investigadores no buscaron en tan preciado material sólo las trazas de la diabetes. Los genes desvelaron otras informaciones mucho más íntimas. Se descubrió que los ancestros de los havasupai procedían de Asia y que su raza era en realidad producto del mestizaje entre asiáticos y americanos primitivos. El dato derrumbaba de un plumazo la cosmogonía de la tribu. La religión de los havasupai propone un curioso mito originario según el cual los primeros miembros del clan nacieron a las faldas del Gran Cañón y fueron encomendados de la eterna salvaguardia de las entrañas de esas montañas.

La información genética acabó para siempre con la tradición havasupai, y la Universidad de Arizona (responsable de los estudios) fue condenada a pagar 700.000 dólares a los miembros de la tribu, en lo que parece el primer caso judicial en el que se tasa el valor de una creencia religiosa.